Por primera vez en más de diez años han subido los tipos de interés en la zona Euro. Esto nos indica que los préstamos, a empresas y particulares, serán un 0,50% mas caros y seguirán subiendo en los próximos meses hasta que la inflación se haya podido controlar.
El principal objetivo que persigue esta medida es contener dicha inflación, que en junio cerró con un incremento interanual del 10,2%.
El encarecimiento del precio del dinero, junto con la restricción progresiva de la liquidez, prevén que se debilite el consumo y la inversión para conseguir que los precios tiendan a ir a la baja. El gran riesgo que implica esta presión podría conducir a una recesión y al aumento de la tasa de desempleo.
El Banco Central Europeo debe garantizar la estabilidad de precios utilizando sus instrumentos de política monetaria. Durante los últimos años, la política monetaria que se ha aplicado ha sido la super-expansiva para sacar a la zona euro del riesgo de deflación. Pero debido a los actuales acontecimientos como, la explosión de la demanda producida tras la pandemia del COVID-19 y el incremento del precio del petroleo y los alimentos causado por la guerra entre Ucrania y Rusia, la situación ha dado un vuelco inesperado.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se ha resistido a tomar la difícil decisión de endurecer la política monetaria, con el argumento de que esta inflación será temporal. Pero, según se estima en la actualidad, están obligados a implementarla porque han comprobado que esta inflación será persistente, ya que la subida de los precios es algo que no podemos obviar.
Una de las primeras consecuencias de la subida de tipos del Banco central europeo ha sido su traslado a los títulos de deuda pública de los estados, eso se ha hecho de manera desigual, ya que los países que tengan más deuda, serán los mas perjudicados.
Para evitar una gran crisis económica y política, el Banco central se ha comprometido a equilibrar el mercado de deuda pública europea a través de la compra directa de los títulos de los países de la zona euro que sean penalizados debido a su alto endeudamiento.
Pero, si suben los tipos de interés. ¿Cómo afecta esta medida al mercado inmobiliario?
Todos estos factores que hemos comentado a lo largo del artículo, hacen que se reduzca el consumo, se encarezcan las hipotecas y se despierte el fantasma de una posible recesión. La subida de tipos amenaza con una posible depresión de las actividades económicas en general y el mercado inmobiliario no queda exento de este clima de incertidumbre.
Un efecto inevitable de las medidas tomadas por el BCE es el encarecimiento de las hipotecas. Si suben los tipos de interés, aumentarán también los costes de los préstamos hipotecarios. Por tanto, es de esperar que haya cierta contracción en la demanda para los próximos meses.
La subida de tipos de interés puede afectar al mercado inmobiliario, puesto que hasta ahora este mercado ha operado con un apalancamiento financiero positivo que permitía optimizar las inversiones captando capital ajeno. Estos incrementos afectan directamente a la rentabilidad y, aunque esta seguirá siendo positiva, no deja de provocar un freno.